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Puesto que la mayoría están estan causados por la exposicion solar, esesencial evitar la exposición prolongada al sol, principalmente en las horas de mayor incidencia de la luz ultraviloleta, que son desde las 12 hasta las 17 horas. También es útil aplicar una crema solar siempre que se esté al aire libre con un factor de protección mayor de 30, aplicado media hora antes de la exposición .Hay que reaplicarlo cada 2 o 3 horas así como después del baño o de una sudoración profusa.También es conveniente usar gorros , sombreros y camisetas como factores de protección físicos. Cualquier lunar que haya sufrido cambios debe ser revisado por un dermatólogo.Esto es particularmente útil en personas con múltiples lesiones névicas que deberian seguir un control periódico, especialmente cuando la incidencia es familiar.

A medida que crece la piel las células epidemicas son empujadas hacia el exterior ,donde acaban por morir y desprenderse de forma espontánea.En la mayoría de las personas este proceso fisiológico es imperceptiblevisualmente. Sin embargo, bajo ciertas circunstancias este ritmo de intercambio celular puede estar acelerado, especialmente en el cuero cabelludo, ocasionando que estas células se aglutinen entre ellas, voviéndose visibles y constituyendo la caspa.

Los síntomas son rojez y picor intenso, normalmente limitadas a las zonas expuesta al alergeno, pero también se pueden extender a otras zonas del cuerpo traves de las manos. La erupción puede aparecer a las 12-48 horas tras la exposición al alergeno.

Realizar un lavado con jabón suave. Utilizar pocos cosméticos y siempre seleccionando productos sin aceitesy que lleven la indicación de»NO comedogénicos» (oil-free) .Evitar las quemaduras solares. Ello no significa que no se pueda tomar el sol con prudencia en función del tipo de piel y de la medicación que se esté tomando para el acné.

Las pieles con tendencia atópica constituyen un tipo de piel muy seca en la que se producen unos brotes inflamatorios de tiempo más o menos cercanos. Durante estas fases de brotes, aparecen en la piel unas placas rojas de diversos tamaños que producen muchos picores. Al principio suelen ser exudativas y con el tiempo se van volviendo más gruesas y secas.
Los picores perturban el día a día del enfermo y a veces son tan intensos que impiden al niño y a su familia dormir.
El aspecto de la piel es siempre seco y áspero e incluso entre brote y brote las zonas más habituales son los pliegues que formas los codos y las rodillas.
Es una afección de los bebes y niños pequeños.